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La portada es preciosa, qué queréis que os diga |
El pasado mes de mayo, Alpha Decay, una de las editoriales posmodernas por excelencia, publicaba el atractivo título Batman desde la periferia: un libro para fanáticos o neófitos. Como reciente apasionada de los cómics -antes caían de vez en cuando; ahora, uno tras otro - y viviendo mi adolescencia superheróica, no pude resistirme a comprar este libro cuya portada me parece exquisita (véase imagen a la derecha). Como uno siempre tiene que acabar tomando partido, yo confieso ser de Batman. Así que el capricho queda justificado: se es fan, o no se es.
No sé cómo habrán ido las ventas del libro, pero desde luego una colección de 10 artículos sobre cómic, sin ser una editorial especializada en el campo, es una apuesta cuando menos valiente (y muy arriesgada, si tenemos en cuenta el precio del libro, 16,95€). Precisamente lo que más me llamaba la atención es que no fuera ninguna biografía del personaje desde la oficialidad. Estudios y artículos sobre el hombre murciélago hay muchos, pero si una compilación así la publicara DC o Vertigo, o cualquier editorial hermana, siempre podría resultar sospechosa; del mismo modo, si este libro fuera obra de un sello más lógico -entiéndase, una editorial que se dedique al cómic exclusivamente-, o la firmaran autores y artistas renombrados del medio, no una selección tan dispar, posiblemente fuera un compendio mucho más especializado y con el propósito de atraer a un sector lector con una gran conocimiento sobre el tema y al que no se le podría vender cualquier cosa. Cualquier libro de ensayo que se precie no puede abundar en cosas que ya sabemos, o que ya hemos pensado, sino resultaría una total pérdida de tiempo, y de dinero. Entonces, ¿qué es Batman desde la periferia? Me temo que un batiburrillo de todo y nada, que es lo que se lleva estos días.
Me lo habían advertido: cuidado que el libro tiene pinta de patillada posmoderna (alguno incluso le puso el adjetivo "nocillero"). Sabía que en el fondo no iba a encontrar lo que quería de verdad. Pero intenté leerlo sin prejuicios, sin formarme una opinión sobre el producto hasta haberlo probado. Además, tenía el reclamo de incluir un artículo firmado por el filósofo esloveno Slavoj Zizek, eso son palabras mayores, señores. Lo cierto es que es difícil no hacerse ilusiones, y esperaba que fuera un libro sobre literatura y cultura pop que le hiciera justicia a Batman. Pero lo dicho: es un batiburrillo, y duele decir eso de "algunos artículo están muy bien, otros... psé". Es una manera simple de resumir el concepto, pero me temo que no hay mucho más detrás. No hay cohesión, no queda clara la intención, y apelar a neófitos y fanáticos por igual es una tarea hercúlea. La calidad e interés de los artículos es tan diversa como sus autores. Algunos demuestran ser entendidos comprometidos con transmitir sus opiniones y conocimientos, que es lo mínimo que debería esperarse de un libro así. Muchos artículos son básicamente una perorata inconexa de-os-voy-a-hacer-creer-que-soy-muy-listo y que, al final, no aportan nada y frenan la lectura del libro, porque hay estrofas de auténtica repulsión y agobio semántico. Yo confío en mi comprensión lectora, y quiero que ustedes también: si compráis Batman desde la periferia, sabed que hay pasajes que no hay por dónde pillarlos y no es vuestra culpa. Ni siquiera es estilo posmoderno, sino que los hay con mucho morro y con muy poco que ofrecer. Me importa un rábano si Blake Butler tuvo un pijama de Batman. La caradura del señor Eloy Fernández Porta alcanza límites insospechados cuando hace un repaso de la figura de Batman en el arte y se marca hits tan grandes como: "En el tratamiento visual hay, más que pop propiamente dicho, aura poppy: complemento presentista a una composición pictorialista". Debemos reconocer que la frase rima. Lo de Claro y su Madman Batman es casi vomitivo; Elisa G. McCausland, otra que tal baila, no se dejó en el tintero el uso de una expresión latina, que eso siempre tiene mucha presencia. Y la especie de análisis de Aaron Swartz sobre la segunda película de la trilogía de Nolan es más bien una reseña que nunca publicarían revistas especializadas porque se trata de un comentario de texto de notable en secundaria (como mucho).
¿Qué salvaríamos? Los otro cinco artículos, justamente la mitad, y en especial, el de Laura Fernández (una de las editoras), que hace un repaso muy digno de las chicas Batman (oh sí, alguien que habla sobre las mujeres con conocimiento de causa) y, por supuesto, el del filósofo Slavoj Zizek, que aplica todos sus conocimientos sobre violencia y marxismo en una análisis (uno de verdad) de la tercera película de Nolan y del personaje de Bane relacionándolo con acierto con los últimos acontecimientos sociales.
Para concluir, hay algo que tengo que advertiros: este libro no es ni para neófitos ni fanáticos del personaje. Si uno no "conoce" a Batman (quién no va a saber quién es Batman en este siglo), o se ha encontrado en muy pocas ocasiones con él, debería ocuparse de leer los cómics u otros estudios, porque la información está tan fragmentada y desordenada que poco en claro va a lograr sacar. Desde luego, no es una compilación académica, y mucho menos divulgativa. ¿Y para fanáticos? Desde una posición intermedia, os digo yo que Batman se merece mucho más, y que esto no es una radiografía de ningún tipo, sino un poco de tocamiento con pretensiones un poco confusas. Porque es lo que le va al ensayo "para modernos", el onanismo puro y duro. ¿Aun así es decepcionante? ¿Un fracaso? Me quedo con una reflexión que extraigo del artículo de Zizek y que cada cual se forme su opinión (si quiere):
"Es como el inconsciente freudiano que no sabe de la negación: lo que importa no es un juicio negativo sobre algo, sino el mero hecho de que ese algo sea mencionado".
Así que mientras se hable del libro, los editores deberían estar contentos.
p.S: Pero deberían tener en cuenta que en una sociedad del consumo, para consumir cultura escrita -y que ustedes se ganen el pan- es imprescindible publicar cosas comestibles (tengas que masticar más o menos, tengas un estómago más fuerte o menos). Y no tanto humo, que eso no nutre a nadie.
p.s.2: Si has llegado aquí, gracias. Si hay algo que no has entendido, espero que me lo comuniques. Te lo intentaré explicar. O no.