Hay ciertas cosas que debemos mamar desde bien pequeños para gozar de una vida adulta más satisfactoria. Entre ellas, yo destacaría la música y la poesía/literatura. Por eso, el Almanaque musical de Antonio Rubio y David Pintor que publicó Kalandraka el mes pasado es perfecto. Nunca habrá suficientes poemarios ilustrados para niños. Aunque algunos somos de la opinión de que propuestas así bien las puede disfrutar todo el mundo (y de paso, dejar de lado tanta poesía posmoderna y aburrida).
El Almanaque musical acompaña a una orquesta durante un año. Doce meses, doce poemas. Doce ilustraciones ingeniosas y compuestas con infinitos detalles. Que dos violinistas de la orquesta sean respectivamente un orondo elefante que se mete a los músicos en los bolsillos y una cigüeña capaz de volar a la par que tocar nos parece el colmo de la perspicacia. O si no, qué nos decís de esa escena primaveral en que la lluvia hace que la orquesta se refugie bajo un enorme paraguas que sostiene flemático Don Elefante (lo acabamos de bautizar así, le pedimos disculpas si ese no es su nombre) mientras con la otra mano y trompa se marca las negras y corcheas que hagan falta.
David Pintor ya nos había llamado la atención con el Minimalario (pendiente reseñarlo); nos alegra comprobar que se trata del mismo artista y que está muy en activo. Véase blog aquí. Todos nuestros respetos para Antonio Rubio, pues hacer poesía para niños, aunque muy necesaria y más hoy en día, cuando los niños parece que ya no quieran leer ni descubrir nada, a priori, resulta una tarea harto complicada (imaginamos). Entregada. Y que celebramos.
Además, que el álbum conmemora el nacimiento del genio Wolfgang Amadeus Mozart y viene con unas últimas recomendaciones de conciertos ideales para cuerda.
Lo diremos en una palabra por resumir lo anteriormente dicho: Fantástico.
La música es verde,
verde, verde-hoja,
verde, verde-fresca,
verde y rumorosa.
p.s. La ausencia de ilustraciones hoy esperamos os pique la curiosidad, os haga entrar en una librería, preguntar por el Almanaque musical y...
3 comentarios:
Bueno, ésta no es mía
(ya me gustaría)
pero igual te la pongo,
aunque tampoco sea rima
***
Trabajé el aire,
se lo entregué al viento:
voló, se deshizo,
se volvió silencio.
Por el ancho mar,
por los altos cielos,
trabajé la nada,
realicé el esfuerzo,
perforé la luz,
ahondé el misterio.
Para nada, ahora,
para nada, luego:
humo son mis obras,
ceniza mis hechos.
... y mi corazón
que se queda en ellos.
Ohhhh... Te agradecemos el buen gusto. :) Admiramos profundamente a Ángel González.
Y... For you (muy especialmente, creemos)
http://www.youtube.com/watch?v=QuHyRyM97d4
Tampoco es nuestra. Ya quisiéramos ser tan negracas. Pero no.
¡Ultraje! El link se cortó. TE la hacemos llegar por otros medios...
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