Queridos adictas, adictos:
Estamos aquí reunidos para presentaros un "remake" en papel, el de King Kong a manos del ilustrador británico Anthony Browne. O la historia de cómo la Bella sedujo a Kong. Un monstruo prehistórico temible, capaz de derribar dinosaurios y reptiles voladores y, sin embargo, enamorado hasta el tuétano de una actriz oxigenada*.
Aunque Browne asegure que el verdadero Kong era su padre (no sabemos si eso es bueno malo), y aunque no sea ni su personaje ni obra principales, este álbum ilustrado es una buena adaptación de la película y Browne expone con creces la fascinación que ha sentido por los simios a lo largo de su carrera. Como el autor, a nosotras nos cae bien la Bestia y el final nos resultó muy trágico y triste. Sin embargo, uno debe sobreponerse y pensar que, por suerte a veces, la ficción es sólo ficción. Y nos parece un trabajo estupendo para acercar -quizá- a los niños a la fantasía y el cine (entendiendo la película de 1933 de Cooper y Schoedsack, no la paranoia sosa y exagerada de Peter Jackson).
Aunque Browne asegure que el verdadero Kong era su padre (no sabemos si eso es bueno malo), y aunque no sea ni su personaje ni obra principales, este álbum ilustrado es una buena adaptación de la película y Browne expone con creces la fascinación que ha sentido por los simios a lo largo de su carrera. Como el autor, a nosotras nos cae bien la Bestia y el final nos resultó muy trágico y triste. Sin embargo, uno debe sobreponerse y pensar que, por suerte a veces, la ficción es sólo ficción. Y nos parece un trabajo estupendo para acercar -quizá- a los niños a la fantasía y el cine (entendiendo la película de 1933 de Cooper y Schoedsack, no la paranoia sosa y exagerada de Peter Jackson).
Tenemos un temor en nuestro corazón cinéfilo: hoy muchos niños no quieren ver películas, no aguantan más de media hora en el mismo sitios sentados (y con suerte) ante una pantalla, si no es la del smartphone, el messenger y otros aburrimientos generalizados. Antes de que se extinga la afición por devorar películas, por favor, ayuden a la infancia a contagiarse con la cinefilia.
Un aplauso para el trabajo de Browne, que resulta tremendamente divertido aquí y allá con sus guiños zoológicos. Ayudemos a los niños a conocer los verdaderos iconos. King Kong es uno. Y este álbum podría ser una buena lectura en la escuela para introducir a los niños en la fantasía, la ciencia ficción y el terror. Sí, todo en uno.
Y como ven, las ilustraciones son tan fantásticas como cinemáticas.
*= Anthony decidió que su Ann Darrow iba a ser como Marilyn, que para eso es su cuento. Es comprensible, aunque Fay Wray fuera guapísima.
p.s: Como siempre... Edita Fondo de Cultura Económica. (c) de la traducción (esta vez al catalán): Jordi Pujol. (c) adaptación del guión: Merian C. Cooper
*= Anthony decidió que su Ann Darrow iba a ser como Marilyn, que para eso es su cuento. Es comprensible, aunque Fay Wray fuera guapísima.
p.s: Como siempre... Edita Fondo de Cultura Económica. (c) de la traducción (esta vez al catalán): Jordi Pujol. (c) adaptación del guión: Merian C. Cooper
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