Debo empezar dando las gracias: Gracias, Kiko Amat porque Eres el mejor, Cienfuegos me ha servido como antídoto contra el sopor del lector. Para el que no esté familiarizado con esta dolencia, podríamos definirla como ese malestar espiritual que no se sabe muy bien dónde localizar, como la náusea en un trayecto largo en un Alsa (que no se sabe si es cosa del estómago, de la cabeza, de los miembros entumecidos, etc) y que provoca el resentimiento del flujo lector, lo que se traduce como a) empiezas un libro y lo dejas; empiezas otro y lo dejas; empiezas 500 y los dejas sin acabar; o b) no lees ni por activa ni por pasiva, ni aunque te cronometres, ni aunque tengas ganas, porque a la vez no tienes, o incluso en c) la horrenda combinación de ambas opciones. Así estaba yo, señores. Aquejada de letargo improductivo tras las vacaciones. Pero ese no es el tema del post.
A ver...
Para que luego no digan que no leo autores patrios, aunque nadie me lo recrimine. Que si soy rusófila, que si soy anglófila, que si siempre acabo recomendando lo mismo. Pues bien, soy incondicional de Kiko Amat desde Cosas que hacen BUM (que seguirá siendo uno de mis libros molones favorito y de lo mejor que ha escrito este autor) y libro que saca, libro que devoro sin dilación. Y hay que celebrar esta publicación porque Eres el mejor, Cienfuegos, la historia de una crisis de caballo de un periodista cuarentón, un escritor one-hit wonder, es una de las mejores obras de Kiko Amat hasta la fecha. Cienfuegos ve cómo toda su vida se va al garete, por su culpa desde luego. Como muchos hombres al borde de los 40, y diréis, como muchos personajes malnacidos, sí, vale, da tumbos por la vida sin saber qué hacer y cagándola una vez tras otra. Tampoco es algo tan nuevo. Pero es la historia de una crisis personal con la crónica de la Rabia de fondo, la Plaza Catalunya como escenario una y otra vez, con el 15M hirviendo y en pleno apogeo. No sobre el 15M, en el 15M, como bien indica el autor. Un digno y merecido reportaje al movimiento. Y tan divertida, histriónica, catatónica y musical como siempre. No penséis que Amat deja la música de lado, eso es casi imposible.
Por favor, háganse un favor y léanla. Pasen un rato divertido. Reconozcan calles y plazas y situaciones injustas. Siéntanse identificados. Anoten las recomendaciones musicales encubiertas, que siempre merecen la pena. Y... Esto ya le da un toque rematador top class total, que tan especial hace la obra: admiren y rían con las ilustraciones de Sergi Puyol. ¡¡¡Queremos más novela ilustrada como esta!!! Sin grandes pretensiones, ni ínfulas de superventas. Una historia sencilla, directa, entretenida, de lo que te puede pasar a ti, o al vecino. Más letras canallas con hombres barbudos, camisas de cuadros y estrellándose con la Vespa donde no toca; robando cosas imposibles, cambiando la morfología de la ciudad, que no es sagrada. Pirados que beben cerveza y conocen personajes tan Far West como el Remember. Cowboys urbanos y doncellas albinas.
Entren en las librerías y busquen este libro, por favor. O en las bibliotecas. Entren y griten ¡Estamos hartos! Que nos pongan el antídoto. Queremos una alternativa al top ten rancio de librerías de cadena. Y pidan Eres el mejor, Cienfuegos.
Volveremos *
¿Qué vinilos llevará Kiko Amat en la maleta? |
* y quizá en breve anunciemos algo de sumo interés para el público cuentista. La filantropía se asoma por los poros.
p.S.1: Conozcan a Sergi Puyol aquí.
1 comentario:
Creo que me lo compraré, seguro que en la casa del libro lo tienen ;) también tienen al autor? porque tiene un polvazo... :D
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