22 sept 2013

La no reseña de Louis Riel de Chester Brown

Camaradas:

Vaya por delante, y aunque se advierte en el título, que hoy traemos una no reseña del aclamado cómic biográfico Louis Riel que Chester Brown publicó en el año 2003 y en el que se relata la rebelión del pueblo aborigen de los Métis contra el gobierno canadiense, ideada y liderada en parte por el otrora granjero Riel. No es nuestra intención escribir una reseña concisa y con espíritu crítico. Si buscáis algo así, podéis dirigiros a los sabios que escriben en medios especializados, y por ejemplo leer ésta de aquí. Amén.

Para nosotras Louis Riel forma parte de los souvenirs que me traje de la primera expedición de mi vida al otro lado del gran charco. El cómic de Chester Brown me lo traje concretamente de Toronto el pasado abril, y lo compré en una de las tiendas de cómic más chulas que he visitado jamás (véase la foto, e imaginad que lo de dentro es unas cuantas veces mejor). The Beguiling Books & Arts es todo un icono en la ciudad, cosa de la que me enteré después. Sus dueños viven entregados a la promoción del cómic alternativo y underground en su paraíso atestado de novelas gráficas, cómics de grapas, fanzines, revistas y miles de llamativas publicaciones con un cierto grado de desorden encantador. Podéis leer más sobre este mítico lugar, que tiene una historia muy interesante, en su entrada en la Wikipedia aquí. Además, los dueños son los mismísimos organizadores de la Toronto Comics Arts Festival, lo que demuestra su increíble generosidad con sus coetáneos. Nosotras siempre aplaudimos a los libreros por vocación, aunque su servicio a la comunidad sea a veces denostado, poco apreciado, y apenas reconocido. No sé si hablé con Steve Solomos o Sean Scoffield, pero sí recuerdo a un tipo delgado, de grandes gafas de pasta, maravillosamente friendly -como todos los canadienses con los que me topé y conocí- que instantáneamente me recordó a Jarvis Cocker. Sí, desde luego que tenía esas pintas, aunque el pelo mucho más limpio. Y así se me ha quedado en la memoria; me enamoré un poco, no lo voy a negar. Quién no lo hubiera hecho. Sin llegar a infravalorar a mi tendero de cómic habitual y a los buenos amigos que me recomienda cosas acertadamente, pero me encantaría poder visitar The Beguiling todas las semanas y que fuese aquel neo Jarvis quien me recomendase caviar del bueno. Le dije que quería algo que me sirviera como recuerdo de Canadá. Sin dudarlo me dio el cómic de Chester Brown. Ya había pensando en ese autor como opción (que vive en Toronto, pero que en realidad es del Quebec) y, entonces, él me preguntó qué me gustaba, qué leía. Y me recomendó cosas. Y salí con Chester Brown, el primero de Parker, dos grapas de autores mucho menos conocidos (de esto algún día os hablaremos) y, además, pude encontrar el encargo que me habían hecho tras varias tentativas frustradas -aunque parezca mentira, no es tan fácil encontrar en Toronto a Guy Delisle en francés. Si alguna vez estáis por allí, no podéis, bajo ningún concepto, perderos esta tienda.

Yo estuve a punto de comentarle al Jarvioso vendedor que si le podía mandar por email un CV


A Chester Brown lo voy a seguir leyendo, porque Louis Riel es un comicazo. Es un trabajo bastante fiel a lo que fue la vida de este rebelde y pensador, figura muy importante durante la formación de Canadá. Por supuesto, como en todo proceso de expansión geográfica, no es una historia dulce y seguramente a los patriotas canadienses no les haga mucha gracia ver reflejadas según qué acciones y actitudes de su gobierno. A mí me ha servido para conocer un poco más sobre la historia de este país que por razones obvias (¿a quién no le interesa de dónde proceden sus amigos?) forma parte de mis nuevos intereses y que nuestros libros de Historia y Geografía siempre se saltan. Canadá está ahí arriba, haciendo frontera con Estados Unidos y tiene mucha nieve durante muchos meses al año. Y poco más. Pero Canadá también tiene una historia de indios nativos muy interesantes. Así que si en general sois de los curiosos, Louis Riel os va a gustar. Mucho más emocionante que las películas de Mel Gibson, pues Brown no se ha cortado en ningún momento, y muestra lo mejor y lo peor de cada facción combatiente. Es una narración bastante objetiva, muy al estilo de la crónica, sobria, en blanco y negro,  y con unas extensas notas al final por si alguien desean profundizar en detalles.

En español lo edita La Cúpula. Y por lo que sé no es un cómic difícil de adquirir ;) Si lo hacéis, o si lo habéis leído, ya me comentaréis.

Les dejamos también la web de The Beguiling aquí. Acaben de pasar un buen domingo. Nosotras quizá lo hagamos en compañía de Michael Caine.

Oh, yeah!





14 sept 2013

I Capture the Castle de Dodie Smith

Buenos sábados tengan, camaradas.

No sé si a vosotros os pasará, pero siempre hay un par o tres de novelas al año que, sin esperarlo, acaban resultando de lo mejor que he leído hasta ahora. De esas que no puedo soltar hasta llegar al final, de las que devoro cien páginas de una sentada (quizá ustedes sean unos privilegiados, pero a mí esto me pasa muy de vez en cuando). Me pasó con Rebecca y me pasó con Cumbres borrascosas, y con Doctor Zhivago, y El maestro y Margarita (por supuesto); también con Drácula. Diréis que era obvio que algo así pudiera pasarme con libros semejantes, pero en la mayoría de los casos que he nombrado, al empezar el libro, no había puesto grandes esperanzas en que fuera una total revelación. Como en el caso de El guardián entre el centeno, que empecé un poco porque me daba vergüenza no haber leído la obra. Y pensando, seguro que no es para tanto; no la pude soltar. Y me ha pasado con Dodie Smith y su I Capture the Castle, obra que encontré por casualidad, mirando por ahí con qué podía surtir las estanterías de la librería.

En muchas reseñas, he visto cómo calificaban esta obra de novela juvenil. Pero eso es una burda simplificación del asunto, sustentada en que la protagonista y narradora tan sólo tiene diecisiete años (y en muchos momentos, pensamientos de mujer adulta). La prosa de Smith da para mucho más, y se merece que la consideren un clásico con mayúsculas. Aunque me quede lejana esa edad, y por supuesto, aunque sea una época extraña para nosotros hoy -la campiña inglesa de los años 30 del siglo pasado-, uno no puede evitar sentir atracción hacia un elenco de personajes variopintos, entrañables y, por supuesto, del todo creíbles. Cassandra, nuestra heroína, con ese tono tan de las Brönte a ratos, enamora desde las primeras páginas. I Capture the Castle es en realidad su diario, en tres partes, donde relata los avatares de su familia venida a menos. Empobrecidos por el bloqueo del cabeza de familia -escritor de un único éxito-, malviven en un castillo abandonado y apartado prácticamente de la civilización y condenados a la miseria más extrema. Han vendido los muebles, la porcelana; apenas tienen para comer y para vestirse, y incluso se diría que son un poco inútiles, o muy jóvenes para trabajar. La fortuna de la familia cambia cuando sus nuevos terratenientes, los Cotton, unos acaudalados norteamericanos que heredan la finca por casualidad, irrumpen en sus vidas y la hermana mayor, Rose, está dispuesta a casarse con Simon Cotton para sacar a la familia de la pobreza. Esto es un resumen muy discreto, pues nombrar a todos los personajes partícipes de la trama podría extenderse demasiado (pero que viva Topaz -la madrastra- y el topazismo). Es una novela costumbrista, que mira al pasado y bebe de la tradición inglesa como la que más (influenciada por las grandes como Austen, Brönte, Wharton), pero muy moderna en según qué aspectos. Los personajes femeninos, por ejemplo, no son para nada débiles, ni se demuestran a merced de los hombres o el fatuo destino; tienen su propia manera de pensar y hacer, y gracias Dodie, no son simples floreros. I Capture the Castle es de esos relatos que pueden ser trepidantes porque hacen que la vida cotidiana sea emocionante; donde los sentimientos, celos, medias mentiras, cosas que no se dicen se entremezclan con las convenciones sociales y las ambiciones personales. ¡¡CUIDADO SPOILER!! Y con un final desgarrador y casi trágico, por supuesto, en el contexto de la historia (en la vida real, quizá no nos parecería para tanto). Pero muy real; la amargura siempre parece real. Uno quizá no puede sentirse próxima a Cassandra en cuanto a su condición, pero seguro que encontrará sentimientos volcados en su diario que no le son ajenos.

Dodie Smith, a quien se recuerda sobre todo por su producción teatral y por ser la autora de Los 101 dálmatas, escribió esta novela porque echaba de menos su país. Exiliada en la luminosa California, sentía nostalgia por una tierra húmeda, lluviosa, por el tantas veces recurrente páramo inglés. Aunque su novela también es una bonita oda a la juventud, donde se siente y se vive al límite cualquier pequeñez. Donde se recupera la sensibilidad de las pequeñas cosas, de enamorarse por primera vez, de dejar atrás la infancia y empezar a darse cuenta de lo traicionera e injusta que puede ser la vida. No os parecerá una idea original, porque no lo es, pero es un trabajo muy bien hecho, que deja un maravilloso recuerdo. Es de esas novelas que tocan, de las que te recuerdan cosas que te han pasado alguna vez, y por eso, de un valor incalculable.

Existe una adaptación cinematográfica, por supuesto, con Romola Garai. Y aunque Cassandra es un personaje simplemente maravilloso, especial, como hay pocos, de momento, no nos creemos capaz de visionarla. El recuerdo del destino de Cassandra, de cómo acaba la novela, todavía es tan vívido que no volveríamos a pasar por ese trance. Primero, porque seguro que la adaptación no le hace justicia al texto. Segundo, porque -y esto puede ser una simple opinión personal- el desenlace es muy triste. Hay que ser honestos, en este tipo de literatura, la melancolía, casi la tragedia, es inevitable. 

Hemos tenido la suerte de disfrutar de la novela en una edición de Vintage (ya sabéis, nuestra editorial favorita para las ediciones de bolsillo en inglés), pero nos consta que Salamandra publicó una traducción (ahora bien, no sabemos si todavía se encuentra en edición). Si son ustedes un poco o muy anglófilos, no duden en darle una oportunidad. Y si lo consideran conveniente, expresen su opinión más abajo.

Gracias. 

11 sept 2013

Llibre de les M'Alícies de Miquel Obiols y Miguel Calatayud

Deben de quedar pocos rincones en el mundo en que sus nobles habitantes no conozcan la historia de Alicia en el país de las maravillas. Muy posiblemente, también quedarán pocos artistas, escritores y lectores que nunca hayan oído hablar de Lewis Carroll, al menos, les sonará de algo. Y seguro que son miles los que en algún momento se han dejado cautivar por la obra del minucioso Mr. Dodgson. Alicia puede ser un aunténtico suplicio para un traductor, cuan fortaleza inexpugnable, pero paradójicamente, se presta a un sinfín de interpretaciones libres y versiones. Se ha convertido en la dulce niña de Walt Disney, y en una interpretación onírica en clave de stopmotion. Le han dedicado canciones psicodélicas grupos que formaron el cartel de Woodstock, por citar ejemplos notables de nuestro gusto, claro. Camisetas, mangas, series de televisión, libros pop-up, videojuegos, expediciones científicas... Las ilustraciones de Pat Andrea siempre han formado parte de nuestras adaptaciones favoritas. Y ahora incluiremos una nueva (aunque no es una novedad): el Llibre de les M'Alícies, escrito por Miquel Obiols e ilustrado por Miguel Calatayud. Sí, a nuestros confines también llegó la inspiración.



El Llibre de les M'Alícies es un texto que Miquel Obiols firmaba en 1990 y que por aquel entonces se publicó exclusivamente en castellano (si a veces pensáis que no hay autores catalanes interesantes, aquí tenéis uno). Kalandraka conjuntamente con Hipòtesi recuperó el texto, y lo publicó por fin en catalán, en 2009. Autor experimental donde los haya, de Obiols se ha llegado a decir que rememora la absurdidad del grupo OULIPO (es que es nombrar a Queneau y ponernos a dar palmas). Desde luego, es un autor muy difícil de encasillar y este texto, disculpad el juego de palabras barato, cuando menos es malicioso. La Alicia de Obiols es una niña como nunca habréis conocido, venida de un futuro donde las leyes de la gravedad y la realidad se saltan a la torera. La protagonista de este álbum lo pasa mal, pero también se marca unas cuantas jugarretas. Obiols tiene una concepción de la infancia particular, extraña, que a más de uno podría llegar a preocupar, e incluso sentar mal, pero recuerden: en la ficción todo vale. Y a nosotras nos ha encantado el factor sorpresa de este autor, y su capacidad de implantar imágenes en nuestra materia gris que nunca se nos hubiera ocurrido pensar. Es un escritor que podríamos resumir como surrealista fácilmente, pero tratándose de un tema tan onírico, preferimos decir que el señor Obiols tiene una extravagante habilidad para soñar que, si no os incomoda, os embaucará. Su Alicia puede cambiar sus partes del cuerpo a placer; poner a tender su cerebro; es arrollada por un cochazo; en vez de gato de Cheshire tiene un televisor que fuma, y si lo cree necesario, guarda a sus padres en el armario y un problema menos. 

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Esta es una pequenísima muestra de todo
el arte de Calatayud. Muy pequeña.
Obiols no podría haber encontrado mejor acompañante que Miguel Calatayud, que por inescrutables procesos de relación de la información, a ratos nos recordaba al mismísimo Picasso, a otros, al ilustrador Heinz Edelmann, del que ya os hablamos aquí. Otro inclasificable, y otro punto fuerte de este álbum tan redondo como Alicia es maravillosamente geométrica. Vanguardista porque siempre nos ha gustado esa etiqueta por estos lares; de una selección cromática brillante y variada. Uno se puede perder en el centenar de detalles que incluye cada ilustración, o decidir contemplar un plano general que te extasia, que casi marea; que a simple vista puede crear cierto rechazo; que cuando uno alcanza el final de esta obra, ya lo tiene simplemente convencido de que Calatayud es una pasada, hablando claro. No sorprende descubrir que es uno de nuestros ilustradores más renombrados, aunque esto no salga en las noticias, ni se incluya en los libros de texto, con un palmarés envidiable, o que incluso optara a un Hans Christian Andersen (ese año se lo dieron a Anthony Browne, que también nos gusta muy mucho, pero no encantaría que el señor Calatayud fuera el primer autor patrio en conseguirlo). 

El álbum está dedicado a Lewis Carroll. Muy merecidamente, sin duda. Nos vamos a sumar a ese bello gesto en esta entrada, porque la canción que suena en estos momentos nos está poniendo noñas y porque nunca pensamos en agradecérselo a ciertos autores, que llevan tanto tiempo muertos, y de tal forma son inmortales, que cuesta creer que en algún momento hayan sido personas con necesidades mundanas. De verdad, señor Carroll: ¡¡mil gracias!! 

¡Pronto volveremos! 

p.s. Si nos lo permiten... la versión de Pat Andrea de rebote :) Here it goes:

Pat y Alicia pelo-de-envoltorio-de-madalena


8 sept 2013

5 editoriales en inglés que no te puedes perder

¡Hola, camaradas!

De nuevo volvemos a publicar en domingo, pero esta vez sin ninguna intención de causar estragos (inesperados, por otra parte). Como algunos ya sabréis, en julio empecé a trabajar en otra librería a cargo de la sección de Literatura. Básicamente mi trabajo consiste en gestionar el stock, así que llevo las compras de la sección. No os voy a mentir, eso de comprar libros con el dinero de otros es la panacea :) Pero no os quiero explayarme con el bello arte de la compra de libros, porque esto podría hacerse muy largo, y no quiero que penséis que tengo segundas intenciones con este post (yo sólo vendo en directo). 

Como la librería es inglesa (lo de trabajar exclusivamente con material en el idioma de Mitford y Fitzgerald es otro placer que me permite tener doble vida, pues ahora soy librera, pero también clienta de otras librerías si yo no me puedo conseguir algo), me gustaría presentaros mis 5 editoriales favoritas del momento. En inglés. Ya se sabe que los post de top 5 son muy arbitrarios y nada definitivos. Quizá dentro de un par de meses, la selección sería completamente distinta. Pero por el momento, y en ligero orden de menos a más, yo estoy enamorada de las siguientes.

Quizá algún otro día os haga una selección de mis 5 editoriales favoritas de álbum ilustrado, o de publicaciones en español. Eso si os interesa, amigos. Así que tenéis que opinar. 

De momento, he aquí -a microsegundos de repetirme- 5 imprescindibles en vuestras bibliotecas si os encanta la lengua de Faulkner tanto como a mí:


Quercus no es una editorial ni pequeña ni de lo más underground, de hecho, es bastante comercial y reconocen serlo. Tan pronto publican a Marguerite Duras como a Assa Larsson. Tienen mucha novela negra y policiaca con pretensiones de ser bestseller; juvenil y ensayos de lo más variados. A mí precisamente lo que más me gusta de ellos es esto último. Cierto es que están hechos muy al gusto de lo que se lleva o está pasando en ese momento en concreto. Pero eso no impide que toquen todos los palos, y tengan publicada una variedad tan brutal de autores, que es imposible no encontrar auténticas joyas en su catálogo. Una pequeña muestra para vuestros exquisitos paladares (porque a veces, unas simples patatas de paquete te pueden solucionar el hambre a media tarde):

The Doomsday HandbookNetymologyInfographica100 Places You Will Never Visit



Todos sabemos que Penguin, en sus múltiples versiones y tropecientas colecciones, tiene en catálogo todos los clásicos habidos y por haber. Que en materia literaria, Oxford básicamente saca clásicos con un aburrido diseño en blanco y Book Antiqua reminiscente de todas esas editoriales españolas y francesas que repiten plantilla hasta la saciedad (y repetirán hasta el fin de sus días). Pero, sin dudarlo un segundo, la editorial cuyas ediciones de clásicos en bolsillo se lleva el perrito piloto es Vintage, un "imprint" de ese gigante que es Random. La colección Vintage Classic es un martirio para mi corazón librero. Los quiero todos, como quiero todos lo de Alba, por ejemplo. Me entran por los ojos y por todos los poros. Y no sabéis lo difícil que me resulta poner aquí tan pocos ejemplos:

The Fall of the House of Usher and Other StoriesThe Tenant of Wildfell HallWelcome To The Monkey House and Palm Sunday: An Autobiographical CollageOn A Chinese Screen

003. Chronicle Books -- http://www.chroniclebooks.com/

Chronicle Books publica todas esas "idioteces" que nunca pensaste necesitar. Que no se malinterprete, pero está hecha a medida del lector/comprador compulsivo, a base de libros graciosos que, en muchas ocasiones, no tienen justificación posible, aunque pueden salvarte más de un regalo comprometido. Tienen una vertiente más práctica de manualidades y libros de cocina, pero está claro que mi selección se basa en todos esos libros frikis hasta el extremo que enseñaréis a vuestros amigos cuando vayan a vuestra casa a cenar. Que les hará mucha gracia, os los manosearán, pero que al final habrás comprado tú, acumulado tú y te habrán hecho enfermar de eso que se llama comprar libros sin parar por el simple hecho de llenar estanterías y estanterías. Los japoneses acuñaron el término, pero ahora mismo me falla la retentiva:

Unusual CreaturesDads Are the Original HipstersI Could Pee on ThisHow to Speak Wookiee



004. Abrams Books -- http://www.abramsbooks.com/

Abrams es uno de los dos últimos descubrimientos que va a hacer que me gaste mucho dinero en los próximos meses (el otro viene un poco más abajo). Sobre todo Abrams Comic. Como dije, antes los cómics caían de vez en cuando, ahora uno tras otro. Y como la misma editorial anuncia a modo de eslogan: el arte del libro desde 1949. No me voy a poder contener, ni voy a querer. Una editorial que saca ese libraco dedicado a Maurice Sendak no puede ser nociva en absoluto. De Abrams me lo llevaría todo, o casi todo. Y si tuviéramos megafonía en la librería gritaría a plena voz: "Compren Abrams, señores, que me los quitan de las manos". Véanse también las ediciones de arte y literatura que tienen con lágrimas en los ojos de pura emoción. Todo  esto os lo digo porque a veces me puedo poner muy persuasiva (y espero que algunos salgáis de este post convencidos, que no se diga):

Maurice Sendak: A Celebration of the Artist and His WorkArt in TimeThe Horror! The Horror!The Art of Drawing

005. Fantagraphics -- http://www.fantagraphics.com/

Y la joya de la corona hoy es esta editorial. LA editorial, camaradas. Peanuts, el Kafka de Crumb, Jason o Mickey. Cómics underground, pulp y humor independiente. Ediciones para sibaritas y lectores de lo más exigentes. El libro hecho puro arte y entretenimiento del bueno. Es entrar en la web y ponerme nerviosa. Lo quiero leer todo. Lo quiero vender todo. Quiero una estantería llena de sus álbumes ilustrados y sus cómic vintage de portadas ultraretro (obvio). He logrado elegir cuatro obras (aunque alguna ya las tenía en mente) tras hacerme quinientas notas mentales de mira la disponibilidad de este en el proveedor, y de este otro, y de aquel tercero. Camaradas, disculpadme si os he creado necesidades que no teníais. Lo hago por vuestro bien, por y para vuestras almas:

Child of Tomorrow and Other Stories (The EC Comics Library)Mysterious Traveler: The Steve Ditko Archives Vol. 3Drawing Power: A Compendium of Cartoon Advertising 1870s-1940sDestroy All Movies!!!: The Complete Guide to Punks on Film [Sold Out]


Hasta aquí este breve repaso que espero os haya hecho pasar un buen rato. Si alguien necesita información respecto a alguna edición, ya sabe el dicho: los libreros encontrarán libros por ti.  

Muchas gracias. Y muy buenas tardes.

¡Hasta la próxima! 

1 sept 2013

Batman desde la periferia: un libro para fanáticos o neófitos (Alpha Decay)

La portada es preciosa, qué queréis que os diga
El pasado mes de mayo, Alpha Decay, una de las editoriales posmodernas por excelencia, publicaba el atractivo título Batman desde la periferia: un libro para fanáticos o neófitos. Como reciente apasionada de los cómics -antes caían de vez en cuando; ahora, uno tras otro - y viviendo mi adolescencia superheróica, no pude resistirme a comprar este libro cuya portada me parece exquisita (véase imagen a la derecha). Como uno siempre tiene que acabar tomando partido, yo confieso ser de Batman. Así que el capricho queda justificado: se es fan, o no se es.  

No sé cómo habrán ido las ventas del libro, pero desde luego una colección de 10 artículos sobre cómic, sin ser una editorial especializada en el campo, es una apuesta cuando menos valiente (y muy arriesgada, si tenemos en cuenta el precio del libro, 16,95€). Precisamente lo que más me llamaba la atención es que no fuera ninguna biografía del personaje desde la oficialidad. Estudios y artículos sobre el hombre murciélago hay muchos, pero si una compilación así la publicara DC o Vertigo, o cualquier editorial hermana, siempre podría resultar sospechosa; del mismo modo, si este libro fuera obra de un sello más lógico -entiéndase, una editorial que se dedique al cómic exclusivamente-, o la firmaran autores y artistas renombrados del medio, no una selección tan dispar, posiblemente fuera un compendio mucho más especializado y con el propósito de atraer a un sector lector con una gran conocimiento sobre el tema y al que no se le podría vender cualquier cosa. Cualquier libro de ensayo que se precie no puede abundar en cosas que ya sabemos, o que ya hemos pensado, sino resultaría una total pérdida de tiempo, y de dinero. Entonces, ¿qué es Batman desde la periferia? Me temo que un batiburrillo de todo y nada, que es lo que se lleva estos días.  

Me lo habían advertido: cuidado que el libro tiene pinta de patillada posmoderna (alguno incluso le puso el adjetivo "nocillero"). Sabía que en el fondo no iba a encontrar lo que quería de verdad. Pero intenté leerlo sin prejuicios, sin formarme una opinión sobre el producto hasta haberlo probado. Además, tenía el reclamo de incluir un artículo firmado por el filósofo esloveno Slavoj Zizek, eso son palabras mayores, señores. Lo cierto es que es difícil no hacerse ilusiones, y esperaba que fuera un libro sobre literatura y cultura pop que le hiciera justicia a Batman. Pero lo dicho: es un batiburrillo, y duele decir eso de "algunos artículo están muy bien, otros... psé". Es una manera simple de resumir el concepto, pero me temo que no hay mucho más detrás. No hay cohesión, no queda clara la intención, y apelar a neófitos y fanáticos por igual es una tarea hercúlea. La calidad e interés de los artículos es tan diversa como sus autores. Algunos demuestran ser entendidos comprometidos con transmitir sus opiniones y conocimientos, que es lo mínimo que debería esperarse de un libro así. Muchos artículos son básicamente una perorata inconexa de-os-voy-a-hacer-creer-que-soy-muy-listo y que, al final, no aportan nada y frenan la lectura del libro, porque hay estrofas de auténtica repulsión y agobio semántico. Yo confío en mi comprensión lectora, y quiero que ustedes también: si compráis Batman desde la periferia, sabed que hay pasajes que no hay por dónde pillarlos y no es vuestra culpa. Ni siquiera es estilo posmoderno, sino que los hay con mucho morro y con muy poco que ofrecer. Me importa un rábano si Blake Butler tuvo un pijama de Batman. La caradura del señor Eloy Fernández Porta alcanza límites insospechados cuando hace un repaso de la figura de Batman en el arte y se marca hits tan grandes como: "En el tratamiento visual hay, más que pop propiamente dicho, aura poppy: complemento presentista a una composición pictorialista". Debemos reconocer que la frase rima. Lo de Claro y su Madman Batman es casi vomitivo; Elisa G. McCausland, otra que tal baila, no se dejó en el tintero el uso de una expresión latina, que eso siempre tiene mucha presencia. Y la especie de análisis de Aaron Swartz sobre la segunda película de la trilogía de Nolan es más bien una reseña que nunca publicarían revistas especializadas porque se trata de un comentario de texto de notable en secundaria (como mucho).

¿Qué salvaríamos? Los otro cinco artículos, justamente la mitad, y en especial, el de Laura Fernández (una de las editoras), que hace un repaso muy digno de las chicas Batman (oh sí, alguien que habla sobre las mujeres con conocimiento de causa) y, por supuesto, el del filósofo Slavoj Zizek, que aplica todos sus conocimientos sobre violencia y marxismo en una análisis (uno de verdad) de la tercera película de Nolan y del personaje de Bane relacionándolo con acierto con los últimos acontecimientos sociales.

Para concluir, hay algo que tengo que advertiros: este libro no es ni para neófitos ni fanáticos del personaje. Si uno no "conoce" a Batman (quién no va a saber quién es Batman en este siglo), o se ha encontrado en muy pocas ocasiones con él, debería ocuparse de leer los cómics u otros estudios, porque la información está tan fragmentada y desordenada que poco en claro va a lograr sacar. Desde luego, no es una compilación académica, y mucho menos divulgativa. ¿Y para fanáticos? Desde una posición intermedia, os digo yo que Batman se merece mucho más, y que esto no es una radiografía de ningún tipo, sino un poco de tocamiento con pretensiones un poco confusas. Porque es lo que le va al ensayo "para modernos", el onanismo puro y duro. ¿Aun así es decepcionante? ¿Un fracaso? Me quedo con una reflexión que extraigo del artículo de Zizek y que cada cual se forme su opinión (si quiere):

"Es como el inconsciente freudiano que no sabe de la negación: lo que importa no es un juicio negativo sobre algo, sino el mero hecho de que ese algo sea mencionado". 

Así que mientras se hable del libro, los editores deberían estar contentos.

p.S: Pero deberían tener en cuenta que en una sociedad del consumo, para consumir cultura escrita -y que ustedes se ganen el pan- es imprescindible publicar cosas comestibles (tengas que masticar más o menos, tengas un estómago más fuerte o menos). Y no tanto humo, que eso no nutre a nadie. 

p.s.2: Si has llegado aquí, gracias. Si hay algo que no has entendido, espero que me lo comuniques. Te lo intentaré explicar. O no.