23 mar 2012

Seísmos de Javier Puche & Riki Blanco

Hemos elegido el álbum de hoy por dos motivos: primero, porque a Thule Ediciones le demostramos (injustamente) poco amor, y segundo, por lo inusual de la propuesta. No se trata de una idea estrictamente original, puesto que al parecer los cuentos de seis palabras los inventó Hemingway con el "For sale, baby shoes, never worn". Tampoco nos parece justo usar la palabra extraña, porque es una obra de una belleza simple, que apelará a todos por su carácter más bien mundano. Lo cierto es que antes de empezar a leer el Seísmos de Javier Puche teníamos ciertas dudas: ¿pero existen los cuentos de seis palabras? 

Y no nos acabamos de decidir. Quizá el término "seísmo" se ajusta tan adecuadamente a este tipo de texto, que la palabra "cuento" nos chirría  un poco. También los podríamos considerar "poesía". Pero tampoco somos unas entendidas literatas, así que no entraremos a juzgar definiciones; para limitar y catalogar ya existen los departamentos de Documentación, que a veces lo hacen tan mal. Yo me creo a los artistas. Volvamos a la obra tras esta pequeña divagación.

Javier Puche tiene un mérito esencial: conseguir con tan sólo seis palabras crear imágenes mentales brutales. Además, muy bien acompañadas con las ilustraciones en blanco y negro de Riki Blanco. Nos parece un artista ideal para recrear los seísmos. De hecho, en algunas ocasiones, creemos que los seísmos, a falta de imagen, no tendrían tanta fuerza. Hay algunos que quizá  son más bien relleno, pero hay ciertos cuentos de seis palabras que son geniales. Es un libro que nos resultará cercano porque trata sobre la vida, desde principio a fin, desde nacer hasta morir. 

Lo bueno de Seísmos, además, es el reto estilístico que plantea. En una época en que todo es verso libre y puntuar mal puede justificarse como licencia poética, nos encanta que haya autores que se atrevan con las restricciones estructurales. Y además, nosotras somos grandes defensoras de lo breve y el microcuento. No nos valen los que dicen que no tienen tiempo para leer cuando existen cosas así. 

Os dejamos con algunos seísmos, nuestros favoritos. Hemos intentado adjuntar algunas imágenes para recrear al máximo la experiencia de leer este álbum. No son de gran calidad porque nuestros medios tecnológicos no lo permiten. Nos disculpamos.

Devora el caníbal al último hombre

Este laberinto ni siquiera tiene baño.

Se aman con dolor los erizos


P.D: Puesto que los dos artistas son activos blogueros, os dejamos sus enlaces, por si os apetece indagar más:

Puerta Falsa, de Javier Puche.






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